BIENVENIDOS: REVISTA LA URRAKA INTERNACIONAL. EDICIÓN Nº 26

Portada:
Obra: Regatas en Argenteuil
Autor: Claude Oscar Monet
Fecha: 1874
Museo: Museo de Orsay
Características: 48 x 75 cm.
Material: Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo

***********************************************************************************

Cómplices en las Artes y la Amistad

MARAVILLAS MODERNAS EN LA URRAKA.

MARAVILLAS MODERNAS EN LA URRAKA.
A lo largo de un eje de casi dos kilómetros, en el antiguo cauce del río Turia, este complejo impulsado por la Generalitat Valenciana sorprende por su arquitectura - obra de Santiago Calatrava y Félix Candela - y por su inmensa capacidad para divertir y estimular las mentes de sus visitantes que, recorriendo sus edificios, conocen diferentes aspectos relacionados con la ciencia, la tecnología, la naturaleza o el arte. (Haz click en la imagen)

lunes, 31 de marzo de 2008

EL CUENTO POLICIVO

Los asesinos de Hemingway

Dos hombres entraron a la casa, y esperaron en silencio a que los ojos se les acostumbraran a la oscuridad. Hemingway dormía al fondo, y afuera una fina lluvia empañaba los cristales. Acariciaban en sus manos revólveres, y al cabo de un rato pudieron caminar por entre los muebles, en la penumbra. Oían como un rumor los ronquidos del viejo Hem.

-¿Qué hacemos ahora?-preguntó uno.
-No sé exactamente-respondió el otro.

En las ventanas la lluvia aumentaba, se escuchaban truenos y podían ver las sombras de los árboles al viento, que opacaban la luz de los faroles. Caminaron hacia una habitación que parecía ser una oficina, en la que había una mesita repleta de libros, una máquina de escribir, hojas blancas y una botella de whisky con un vaso a medio usar al lado. Revisaron en las gavetas. No encontraron nada.

Pasaron a un cuarto amplio, acomodado con dos camas, donde también habían libros y colgaderas de animales. Vestían ropas negras apretadas, capuchas que solo dejaban ver sus ojos, y aunque sus estaturas eran diferentes al igual que su complexión física, en medio de la noche parecían hermanos vestidos igual para la misma ocasión.

Uno le extendía al otro de vez en cuando manuscritos corregidos, buscando su aprobación.

-¿Es este? -No, el muy desgraciado lo tiene bien escondido.
-¿Y ahora? -A seguir buscando, vivo.

La tormenta arreciaba, y las luces de afuera amenazaban con quedar completamente apagadas.

De repente oyeron que el ronquido de Hemingway cesaba, y el susurrar cada vez más cercano de unas pantuflas afelpadas. Se escondieron bajo las camas, y divisaron las piernas del viejo que se dirigían al baño. Oyeron el largo chorro que soltaba Hemingway, y el sonido de descargar el inodoro. Otra vez se acercaron las pantuflas, que sin sospecha se detuvieron en la puerta del cuarto, y ellos apretaron por instinto los revólveres. Pero Hemingway siguió camino hasta su habitación, y en breve volvieron a sentir sus ronquidos.

La búsqueda no prosperaba. A la poca luz de los relámpagos solo podían distinguir las cabezas muertas en las paredes, que parecían vigilantes silenciosos de ojos cristalinos, y los papeles se les perdían en la oscuridad.

Se movieron por toda la casa, evitando el cuarto del viejo. Abrían libros, levantaban almohadas y sábanas viejas, colchones húmedos, pero no aparecía lo que los había llevado allí. Comenzaron a sudar, a pesar del frío que entraba por las ventanas.

Durante días habían ido a vigilar al escritor, atisbando por entre las ventanas y las veladoras, disfrazados de extranjeros. Verificaron los horarios de apertura y cierre del museo, el movimiento de las personas, la estructura de la casa, sus alrededores, la rutina de Hemingway y los cambios de guardia de los custodios. Ahora sentían que todo el esfuerzo se podía ir a la mierda, si no encontraban algo. Empezaron a desesperarse, pero decidieron mantener la calma.

Ya estaban en el interior, sólo tenían que buscar. En sus ojos se dibujaba una impaciencia, un deseo inaudito de no ser sorprendidos.

Los truenos sucedían, llenando de un silencio pavoroso el intervalo entre ellos. Después de una última mirada confusa, se dirigieron hacia el fondo de la casa, más allá del comedor. Chequearon los revólveres, y en una fracción de segundo pudieron ver en los cristales el rápido desplazamiento de las nubes. Afuera las luces se habían apagado ya definitivamente.

Hemingway dormía boca arriba, acurrucado con sobrecamas rojos y bufando el aire de los pulmones. Los hombres lo miraban con terror, y sin decirlo agradecieron que la más plena oscuridad los cobijara. Se miraron sin saber que hacer.

-Haz algo.
-No sé qué.
-Lo que se te ocurra, vamos.
-No, tengo miedo.
-Bah, parece mentira, vivo.

Con sigilo examinaron el cuarto, abriendo pequeñas gavetas y el escaparate de espejos. Les impresionó ver su propia imagen reflejada con total exactitud.

Cerraron las puertas asqueados de tanta lluvia y silencio, de no encontrar nada, y con las manos señalaron los revólveres. No había otra solución.

El disparo sonó en medio de la madrugada, disimulado por un trueno que estremeció los cristales.

Michel García.

EL ENCANTO DE LA POESÍA

VESTIDOS

Los viejos vestidos
que yacen
en el desván
pueblan toda nuestra realidad cotidiana
cubren
con un fantasmal letargo
nuestras vidas

Papeles arrugados
velos deshechos
nudos con luces
sombras y silencios
buscan la salvación
en la blanca ciénaga.

Y yo
una fugaz imagen
amarrada
a una escalera infinita
no quiero dejar escapar
entre las cenizas
estos nudos de huesos
plenos de estrellas.

CRISTINA PIZARRO. Argentina

INVITADO ESPECIAL

El Desierto

(Del Diario de Marco Polo)

Me embrujó la arena cantadora
Vi los huesos blanqueados
de quienes intentaron atravesarlo
vi los vientos abrasadores
derribando caravanas
vi la luna alta, el espejismo
de un pájaro, la arena brillante
y la caligrafía del viento
narrando su errancia en las dunas.
El silencio como una inmensa
mujer acostada
Crucé el desierto de Gobi
y vi pasar las caravanas
invisibles elevando sus banderas.

Alguien me llamó por mi nombre
a la medianoche
Era el viento.

Vi a un niño entre los viajeros
dibujando un aguacero sobre las hojas
de un bosque
vi mis huesos blancos, dispersos
al cielo, el amor como ojo de agua
manando de lo invisible.

Ví mis alas despelgadas:
¿Quién soy? – me pregunto ahora
oyendo las arenas que cantan-
¿Quién soy sino un rey encantado
por tu espejismo?

GUSTAVO TATIS GUERRA. Colombia
Del libro He venido a ver las nubes

SIEMPRE LAS POETAS

AGONÍA

I
Yacen los cuerpos
en las entrañas del océano,
entre sus yelmos
aún arden las dagas.

II
Se agita la niebla al pie del ocaso
y el mar atado a los vientos
abraza con furia a los náufragos:
invasión de olas,
pesadez del cielo.

III
La espuma lame
el tenue velamen
a la orilla del puerto.

CARMEN PERDOMO. Ecuador

VOCES LATINOAMERICANAS

Exilio en la muerte

Ellos remando rumbo al norte
marineros a bordo de un barco sin velas
ante sus pies está toda la inmensidad del agua
que de vez en vez los abraza y los refleja
Todos náufragos de un destino que ya los compromete
en la misma playa

Ellos absortos contemplando el mar
y la distancia que atrás se queda impregnada en las olas
Cruje la madrugada de soledad y silencio
ni siquiera se perciben las huellas en el intento
el agua va batiendo nuevamente la historia
en su ir y venir por el continente


Ellos desesperados
son jóvenes nautas que descubren la libertad
más allá del azul encima de una tabla
quemados por el sol
mojados en el agua salada
se quedan muertos
como criaturas en los brazos de las algas
mientras el tiempo simula no haberlos visto antes

Nayris Fernández. Cuba
Este poema pertenece al libro de poemas inédito "De los viajes me queda la nostalgia"

EL TALLER DE LA URRAKA

ASÍ ES COMO TE CONOZCO

Trae tu arco y extiéndelo hasta el horizonte
y dime una palabra que viole lo que digo.
Es mejor el sabor que te distingue de las frutas.
Deja aquí esas lágrimas que caen del techo como lagartijas
y acomódate en esta almohada.
No me nombres
pero dame a oler tu vestido
donde viene envuelto tu pasado.

Ayer te sorprendí en el baño
libre y sin fe
apartándote del cielo
vi el abismo saliendo de tus senos
el agua fugándose por mis ojos.
Ya no te veo en la luna
y sí en las sopas que me atrapan
cuando voy a la cocina.

Celso Montoya Palencia. Colombia. Generación Fallida

CONTRA TODA EVIDENCIA, LA POESÍA

CARPINTERO DE BAGDAD

Carpintero de pobres,
con viejas herramientas,
armador de ataúdes de pino
para albergar la muerte.

Con rústicos tablones
tan delgados como una cinta
tus rústicas manos construyen
dignidad a quienes yacen sin vida.

Los ataúdes albergan cuerpos
Inertes, sin vida, fríos y rotos
por la violencia y el odio,
el terrible sentimiento.

Carpintero de pobres, unes las maderas
a golpes de martillo
con clavos largos y afilados
inmovilizando la muerte.

Ayudas a dignificar con tus manos
la muerte de pobres niños,
con el oficio bíblico del santo varón
y nobles herramientas viejas.

Construyes sin lujos ataúdes,
parecidos a cajas de mercancías,
no hay dinero ni herramientas
con que pagar al Carpintero de Bagdad
el lujo en las tinieblas.

Salvador Barrau Viñas. España

LA POESÍA EN PROSA

LECHE Y MANÁ

La madre se vistió de crisálida y le dio leche de sus senos. Pintó su cara con ternura de duendes saltarines. Usó el pincel más fino para trazar líneas con vuelos de gaviotas.

Abrió las ventanas de par en par, la luna dorada brilló sobre su cuna. La noche se hizo aliada de sus horas, arrullándola con brisa de palmeras y nanas para que no murieran las hadas de la imaginación. Creció adorando su pecho de bronce y plata, acomodando su cabeza entre los huecos de sus alas. Rellenó de sonrisas sus ojos cuajados de rocío y creció, pulgada a pulgada, sobre un suelo de algodón azucarado, que ahora le sirve para calmar el huracán de sorpresas que le va dando la vida.

La madre se transfiguró y se fue. La niña llora esperando que baje de los cielos el maná dulce de los pechos de su ángel.

No hay sorpresa que no conozca, ni alegría que no intente.

CARMEN AMARALIS VEGA OLIVENCIA. Puerto Rico

EL EROTISMO DE LA URRAKA

Noche adolorida de pájaros

Esta es mi boca donde se duermen los lirios
que arranqué de tu estanque,
este es mi cuerpo donde se esconde la noche adolorida de pájaros,
este el placer infinito de tus gritos empapados en lluvia.
Mi voz se esconde
para oler la ola brumosa de tu falda,
para contar el tiempo en las aves
que se revuelcan hambrientas a orillas del mar,
para volver atrás un instante
y lavar nuestras sedientas copas ausentadas de agua.
Hoy,
tu voz se descubre como un río que se baña en mi cauce,
como un rumor de piel
donde se juntan tus sollozos y mis respiraciones.
Apenas me he ausentado,
y ya estás como esa luz que asoma sus alas temblorosa y tímida.
Déjame llegar hacia ti
para derramar mi espada sobre tu carne
que huele a trigo sesgado
y así completar la arena y el agua extraviada de la tierra.

CÉSAR QUISPE RAMÍREZ. Perú

domingo, 30 de marzo de 2008

URRAKARIMA

DOMA (soneto)

El arisco alazán baila en pasiones
irrefrenables. Sube bien la testa,
que orna de espuma. Grita su protesta.
Sacude con furor sus negaciones.

Patas tensadas sin vacilaciones.
Rezo salvaje que no halla respuesta.
Relincho solitario que contesta
al hombre que aparea pretensiones.

La rienda inteligente o el azote
hace bajar las crines y el cogote,
del caballo que acepta ser rendido.

Apretado se siente en el paseo
y manso al fin , admite su vareo,
mientras traga vergüenza dolorido.

LAURA BEATRIZ CHIESA. Argentina

EL ARTE DEL CUENTO CORTO

Las palabras de mamá

El verano pasado mamá recogió de un contenedor de basura cuatro gatitos que alguien había tirado. Cuando un señor intentó burlarse de ella porque se había metido en el contenedor por unas simples crías, mamá le dijo:
—Tirar gatos a la basura suele resultar peligroso.
Tres días después, mamá y yo asistimos al entierro de aquel señor. Después mamá crió a los gatitos con biberón y ahora juegan sobre la alfombra del salón.
Y esta mañana, mamá le dijo a papá:
—Coquetear con la secretaria suele resultar peligroso.
No sé qué quiso decir mamá con eso de coquetear.

Marisol Llano Azcárate. España

URRAKAPOETA

Cerrando tus ojos

1.
Sudados los vientres
lagos funestos vacíos de fuerza
los labios
apacibles montañas nevadas
reciben torpes ataques

2.
Perfumes naturales condensan sensaciones
éxtasis en los paladares
sonrisa inocente

pasan los segundos.

3.
Llega la hora del canto de los pájaros
a tu falda abandonada en el suelo.

Enloquecidos los cantos a la desnudez
de la cordillera bien definida
en tu espalda.

Cuenta el reloj
eclipse de tus ojos negros.

OSCAR PÉREZ. Colombia. Generación Fallida

POETAS DEL MUNDO

Etiqueta y moda

Echemos a la basura los corsés que ocultan el vientre,
brasieres de varilla y doble relleno
para levantar las uvas ya caídas,
las pantys reforzadas que disimulan la piel de naranja,
las incómodas y desechables pijamas sexis.
Destruyamos todo aquello que oculte, deforme o engañe.
No tratemos más de ser muñequitas de vitrina fina;
al diablo con las estilizadas piernas de Julia Roberts,
con el busto de montañas de cera de Pamela,
o las pestañas postizas de actrices de telenovela,
las cremas anti-arrugas,
anti-envejecimiento,
anti-vida.
Al carajo con todo tipo de joyas que nos aten,
sobre todo anillos de compromiso,
relicarios con fotos añejas,
medallones con iniciales de nombres propios.
Muera todo aquello que signifique propiedad de otro,
la inseguridad de estar solas,
el miedo a ser nosotras mismas.

Lina Zerón. México

AMIGOS DE LA URRAKA

LAS PIEDRAS

Las piedras de esta Terra
Parecen perlas
o nidos de pájaros prehistóricos.
Aquí las palabras huelen a viento
Y el silencio tiene forma de roca.
En las piedras de esta Tierra solemne
Se encierra el espíritu de la lluvia
El canto de los jilgueros
El color de los árboles y las selvas.
Piedras de Schuaima:
Montañas desnudas
Solitarias colinas
Peñas blancas que se botan como palomas
A un verde cielo de tierra;
Aquí mi mano saluda
un país constituido de piedras:
Rocas perfumadas, rocas uniformes, grises piedras para la pesca,
Grandes y escamosas rocas
Todas!
Piedras de Schuaima
Las amo por sabias y no por duras.

WINSTON MORALES CHAVARRO. Colombia

CUENTOS DE LA URRAKA

RETRATO DE MUJER CON PERRO

¿Quién habrá sido? Nadie la recuerda. Incluso los ancianos de la familia, que cada vez son menos, parecen haberla olvidado. Sin embargo, estuvo en la sala de la abuela Carlota por muchos años, desde que algunos tenemos memoria, presidiendo uno de sus ambientes, con su rostro perruno, sus ropas elegantes, sus joyas y su curiosa mascota.
Mi padre decía que quizá fuese Floria, una lejana parienta, famosa por su fealdad, su riqueza y sus extravagancias, como traer a la mesa a sus perros y señalarles un sitio, en el que había un plato de porcelana, y obligar a las sirvientas a que los trataran de usted.
¡Y que perro tan feo el del retrato! Sentado en esa oscura falda de raso bordado y encajes, parece sentirse el motivo central del cuadro, mira con una especie de desdén al fotógrafo y a los que lo contemplan, como si estuviera acostumbrado a despreciar a los seres humanos, sintiéndose su igual. Sus fríos ojillos, brillantes, han sobrevivido a los años y al olvido, relampaguean entre las lanas de su cara diminuta, y parece que en cualquier momento emitirá un ladrido inverosímil, incluso ahora que la nueva dueña de la casa, la sala y todas las cosas, ha tomado el retrato y lo ha refundido en un cajón que se perderá en la buhardilla.

JORGE DÁVILA VÁZQUEZ. Ecuador

INVITADO DE LA URRAKA

Prófugo de Ti

No imagino mis próximos días sin tu
existencia.
La luna ingresa por una hendija,
la única señal de la noche que tuvimos.

Descifro cada palabra en tus labios,
la sombra que calla tu secreto
el antifaz que esconde la tristeza.

La muerte pasea por una calle,
con su presagio de rumores
prófugo desaparezco en una copa vacía
lejana la vida se compadece de mi,
y nada fue como dice el insomnio.

Me pregunto si aún me esperas
cuando despierte de este sueño.

Pablo Cassi. Chile

AQUÍ ESTÁN LAS POETAS

Síes

Quiero, deseo, preciso, síes.

En tu boca y en tu piel, en mi cabello,
disperso en las almohadas... ¡Síes en sucesión!
En mi mirada ahumada de penumbra,
en mis pelos, em mi ombligo, en mi pubis, ¡síes!
Profusión de dientes, lascivas hileras riendo,
escabulléndose de los labios, entre síes brotando roncos.
Mi lengua provocante hurgando síes en tu boca,
en el olor de tu piel, en la llama azul de tu mirada ...

¡Deseo, necesito, quiero, síes!

Oirlos de las manos paseando lánguidas,
ansiosas, ávidas, firmes, dolorosas, mansas...

¿De quién los síes que oigo?

Las estrellas que no veo, la luna que ya lejos...
Los síes que pujan ¿de quién? ¿Síes de quién?

En piernas, muslos, anudadas las manos,
dilaceradas uñas, cuerpo en arco, ojos cerrados,
gemidos ¡síes !
Sudores tanto tiempo negados, resquebrajados síes,
preciso,
puertas abiertas, deseo, totalmente síes, quiero,
gritando ¡sí!

LOTA MONCADA. Chileno-uruguaya reside en Brasil.

LOS POETAS, ESE UNIVERSO...

Hormiga en la miel

Su frágil cuerpo, también siente
pero más su boca se deleita,
en el sabor último de su vida.
Se quiebra agónica su figura
el placer se hace río caudaloso sin salida.

Sin tocar la profundidad plástica del mar
muere
con el sabor en la lengua,
y ya no tiene que servir a reina alguna,
ni buscar comida para los hijos esclavos
de un reino sin amor,
murió para llegar al paraíso,
pero su cuerpo es una mancha
para el hombre con matinal deseo de miel.

Lisandro Romero. Argentina.

LA GRAN POESÍA

El encuentro que no será

En vernos más allá no creas.
Ni yo lo creo. En el tiempo infinito
dos veces no se da la misma cosa.
Nuestra oportunidad nula sería.
Todavía puedo sostener tu mano.
Te inclinas sobre mí por ver si duermo.
Pero al final lo oscuro va a tragarse
nuestros rasgos. Entonces ya seremos
el uno para el otro como aquellos
que vivieron en siglos diferentes.
Más ajenos que imágenes de hombre
y mujer, que se ignoran uno a otro
mientras cuelgan en vano de la misma pared,
en el salón de algún castillo
antiguo, donde siempre más espesas
sombras se van colando en la ventana.

Lázlo Kálnoky,
Nació en 1912 en Eger, Hungría del Norte, y murió en 1985, en Budapest.

CLÁSICOS DE LA URRAKA: Su majestad el bolero.

Las cuarenta

Con el pucho de la vida apretado entre los labios,
la mirada turbia y fría, un poco lento el andar,
dobló la esquina del barrio y, curda ya de recuerdos,
como volcando un veneno esto se le oyó cantar.
Vieja calle de mi barrio donde he dado el primer paso,
vuelvo a vos, gastado el mazo es inútil barajar,
con una daga en el pecho, y mi sueño hecho pedazos,
que se rompió en un abrazo que me diera la verdad.

Aprendí todo lo bueno, aprendí todo lo malo,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da;
del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.

Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran y,
si la murga se ríe, uno se debe reír;
no pensar ni equivocado... ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!

La vez que quise ser bueno en la cara se me rieron;
cuando grité una injusticia, la fuerza me hizo callar;
la esperanza fue mi amante; el desengaño, mi amigo...
Toda carta tiene contra y toda contra se da!

Hoy no creo ni en mí mismo. .. Todo es grupo, todo es falso,
aquél, que está más alto, es igual a los demás...
Por eso, no has de extrañarte si, en una noche, borracho,
me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar.

Autor: Francisco Gorrindo
Canta Rolando Laserie
Este fue un tango que se hizo famoso como bolero

viernes, 7 de marzo de 2008

LOS POETAS, ESE UNIVERSO...

Amantes desencontrados

Ya llegaron los sicarios brasileros
vienen por lo que no es suyo

Están en el aeropuerto
con sus órdenes en la cabeza
se dispersan

Un viaje de vuelta
Allá están los nuestros
van más rápido
se internaron

35 corsarios
intercalados

Ya no son eran 10, eran 20, eran 50
Ni se bajan de una lancha 33

“Son mucho más que dos”

Es tan sólo uno el pirata.

Fede Valfre. (Uruguay)............................ Debería agradecerme

CON POCAS PALABRAS...

Miel

Unto miel sobre pan
que a mi boca llevo,
imagino el sabor de tu boca
en la vertical de mi cuerpo.

Lina Zerón. México

INVITADOS DE LA URRAKA

cansancio ajeno

hay cada mañana una mujer maría
que se sienta al borde del abismo de su cama
mira hacia abajo antes de saltar
y duda sin remedio de si irá al trabajo

hay cada tarde un hombre manuel
que se sienta cansado en un banco del gimnasio
mira su peluda barriga que no baja
y piensa en sacar mañana todo su dinero e irse

hay también cada mañana un joven raúl
que coge sus libros para ir al instituto
mira con ojos dormidos el desorden de su mesa
y encuentra el cedé que le gustaría quedarse a escuchar

hay cada atardecer una abuela cipriana
que abandona con paso cansado el cementerio
mira con envidia la tumba del marido
y siente que pronto se liberará de su pesado cuerpo

hay cansancio en estos días extraños
y aunque me levanto de la mesa y lo dejo
me dan ganas de escribir al final del poema
que tal vez sean mis ojos los que se han cansado

Francisco Cenamor, España

URRAKAENSAYO

¿POETA? ...DIFÍCIL, LO SIENTO.

En esa inquietud que produce el deseo de querer saber un poquito de cada cosa, no sabiendo que se llega a ignorar el todo y sólo nos apoderamos de nuestra ignorancia, que nos taladra y nos lleva a encuentros con nuevos mundos, petrificados en el humilde libro que nos hace gritar de alegría por dejarnos al descubierto de lo que ignoramos.

Me atreví a tomar un texto de Alma Flor Ada –Lafuente, “INICIACIÓN LITERARIA”, Edit. Arica S:A. Lima Perú, donde me enfrenté con un soneto de Gerardo Diego, a quien nunca había conocido, pero por la autora del libro sé que posee la autoridad de poeta. Bueno, pero la cuestión, es que, allí hacían un análisis de todo el soneto, situación que me dio suficiente motivo para recordar y volver a mirar la poesía con mucho respeto y considerar que los poetas tienen algo semejante a los armadores de laberintos, especializados en robótica. Tomaron el soneto y vieron su Forma Estrófica encontrando los catorce versos endecasílabos, distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos, entra a Tipos de Versos y anota que son: Endecasílabos: Yámbicos y Sáficos, por la diferencia de acentuación en los versos; sigue el escrutinio y se mira la Rima y descubre que es Consonante : ABAB, ABAB, CC DE DE, señalando que en cuartetos y tercetos se da la consonancia. No se termina el exhaustivo estudio y se vuelve a la Licencia para hablarnos de Sinalefas en los versos, y nos muestra las Figuras, para anunciarnos que en aquel soneto de Gerardo Diego dedicado a Numancia, existe Encabalgamiento, Aliteración y Reiteración. Cuando ya creo que ha terminado, el texto me señala y me muestra las Rimas Internas correspondientes a Asonancias y Consonancias. Aquel soneto se inicia así:

Era en Numancia, al tiempo que declina
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

Y sigo buscando, tratando de agotar mi ignorancia. Acudo a un texto de Platón. A pesar de querer echar a los poetas de la República, los consideraba una especie de sabios, inspirados por divinidades. De allí que la poesía llegue a tocar la filosofía, y es donde puedo entrar a comprender como el hombre hace de la poesía una expresión del pensamiento cotidiano, rompiendo o eliminando el sofisticado academicismo, por lo que me doy en la frente cuando encuentro a los que son ubicados como exponentes de la llamada Contracultura, según Juan Carlos Kreimer y Frank Vega en su libro CONTRACULTURA. PARA PRINCIPIANTES. Donde presenta a Walt Whitman como el inaugurador del verso libre, ya que éste piensa que la lírica europea corresponde a una época feudal y que el Nuevo Mundo exige una épica nueva..
Fundamentado en el concepto anterior, aparto un poco la vista de la rima, en especial la muy empleada por los poetas españoles y tomo la lectura que me ofrecen de Allen Ginsberg en su “Aullido”(Howl), donde clama: “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura hambrientas histéricas desnudas/ arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo,/ hipster con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial / con estrellado dinamo de la máquina nocturna”... y muy cercanos están Jack Kerouac y William Burroughs, siendo clasificados como poetas “Beats”, dándose origen a la palabra Beatnik. Ahora quiero encontrar lo que sucede en Latinoamérica, y para eso busco a Neruda en su poema AMÉRICA INSURRECTA (1800) “Nuestra tierra, ancha tierra, soledades,/ se pobló de rumores, brazos, bocas./ Una callada sílaba iba ardiendo,/congregando la rosa clandestina,/ hasta que las praderas trepidaron/ cubiertas de metales y galopes./ Fue dura la verdad como un arado “,... Neruda es de mi mayor afecto, en él encuentro mucha diafanidad e infinito sabor que toca toda la piel, sin tener que acudir a la rígida métrica de tiempos muy pretéritos, y puedo decir, que a partir de él, a pesar de las diferencias me asomo a Borges, “He pulsado, el violín de un horizonte/ brocal del mundo donde el sol se macera/ El viento esculpe oleaje”... y con mucho temor , vuelvo a recordar la filosofía que encierra la poesía, : Finalmente encuentro a Juan Gustavo Cobo Borda, aquí tal vez peco de minusvalía con respecto a lo cercano a las antillas, al no citar a Gómez Jattin, tan bueno como cualquier otro contemporáneo. De Cobo he tomado un fragmento de “La Patria Boba” Descubrimiento y conquista/ Vinieron juntas la cruz y la espada/ según consta en las reales crónicas, / pasó la gloria, cesaron las flechas/ y el agua de los pantanos continuaba estancada. /Los grandes gestos se redujeron a las palabras que los narran:”. Vuelvo a encontrar en este poema una lección muy didáctica con una filosofía de alcance para el simple letrado. Me toca recordar lo que han dicho muchos pensadores que la grandeza de una obra está en hacer “de lo simple, un ente complejo de mil destellos, sin dificultad para asirlo con la mente”.

Después de toda elucubración, si quiero escribir, para que otro me lea con fruición y lograr establecer la comunicación que se da entre el escritor y el lector, debo LEER Y LEER MUCHO, al menos que no seas el enviado de los dioses de las aguas perdidas del Caño de Juan Angola.

Juan V. Gutiérrez Magallanes. Colombia

CONTRA TODA EVIDENCIA, LA POESÍA

Las trampas del espejo

Para Daysi Salas

Me niego a las trampas del espejo
dice que no soy esa muchacha
con la mirada asombrada de mundo.
No me vio esta tarde
echar un barco de papel
en la fuente de aquel parque.
No sabe cómo me emocioné hasta las lágrimas
al ver dos adolescentes cogidos de las manos:
Nada sabe de mí el espejo y dice que envejezco.

Magaly Sánchez Ochoa. Cuba

LA PROSA POETICA

El Ritual

Sobre un poema de Prevert
Echó café/en la taza/ echó leche/en la taza de café/echó azúcar en el café con leche / con la cucharita/lo revolvió/
Bebió el café con leche / dejó la taza sin hablarme / encendió el cigarrillo/ Hizo anillosde/ humo/
Volcó la ceniza/en el cenicero/ sin hablarme/ se puso de pie/ se puso el sombrero / se puso el impermeable/ porque llovía/ y se marchó/ Bajo la lluvia / Sin decir palabra/ sin mirarme/ y me cubrí / la cara con las manos/ y lloré
Jacques Prevert


Se llamaba Juan Rosas. Rosas, con “ese” no con “zeta” como solían repetir con risas aquellos que señalaba como malvados burlones, y que según sus comentarios, no lo querían.
Era un hombre acostumbrado a buscar sus nostalgias para sentirse vivo. Los recuerdos constituían poderosos imanes hacia los que convergían los aburridos espejos de las cosas. Estaban todos juntos, amarrados con aroma a café y a cigarrillo encendido.
Esos vapores que partían de la taza mezclados al humo y al azúcar revelaban el comienzo de un largo ritual iniciado en otro tiempo coloreado con tristezas y despedidas.
/Bebió el café con leche / dejó la taza sin hablarme / encendió el cigarrillo/ Hizo anillos de humo/
Sabía que era extranjero y que nunca olvidaría su pueblo. Me contaba que a los cielos y mares se los veía totalmente azules sin una sola nube que los turbara. Parecían espacios calmos y serenos. Cada uno de nosotros nos sentíamos un poco pintados con ese azul porque era como si nos hubiera “pintado el alma” decía, con una sonrisa triste. Luego me contaba que decidió viajar a este país del sur por un tiempo pero con la idea de volver al pueblo de su nacimiento.
Trataba de explicarme su melancolía producida por estos cielos grises siempre nubosos que le robaban las esperanzas, se quejaba. Durante algún tiempo compartíamos las tardes hasta la llegada de la noche. Nos quedábamos a oscuras hablando hasta que yo encendía la luz. Imprevistamente él callaba y se iba quien sabe adonde. Estoy segura que amaba más su soledad y al cigarrillo que nuestros encuentros. Es que los círculos de humo parecían más fascinantes por todo lo que podía descubrir en sus fantasías sinuosas, cargadas de misterio y que poblaban su soledad.
Una tarde no me habló más. Desde entonces los silencios se fueron superponiendo como blancos papeles con un fugitivo olor a aroma de café y otro breve olor a cigarrillo que más estaba en el recuerdo, como colgado en un perchero del tiempo.
/Volcó la ceniza/en el cenicero sin hablarme/ sin mirarme / se puso de pie/
Confieso que no estaba preparada para compartir sus lejanías en las que adivinaba el adiós instalado entre nosotros, modelado por el tiempo, con espacios que se sumaban cada día y que no podíamos llenar. Estas cenizas que guardo es lo único que me dejó sin buscar dejarme nada. Fue antes de ponerse de pie.
/Se puso el sombrero / se puso el impermeable/ porque llovía/ y se marchó bajo la lluvia /
El sombrero desteñido por el tiempo era su otro amigo, tan querido como el cigarrillo. Solían estar juntos muchas horas recorriendo la ciudad hasta que cansados regresaban.
Esa mañana llovía y la lluvia parecía responder a su cábala interna de humedades tibias que mojaban los recuerdos. Recibió un solo llamado en su celular únicamente algunas palabras adelgazadas por su tristeza me alcanzaron. “No, eso no lo hablé, no, no lo comprendería.”
/Sin decir palabra/ sin mirarme/
Súbitamente quedamos abrazados a nuestras distancias y sintiendo el frío de las soledades que se nos trepaba a los dos.
No hallé ninguna magia aunque la hubiera querido encontrar para que me devolviera las flores silvestres del amor que se fue, alguna palabra o sortilegio que produjera el milagro. Pero no vino nada a mi encuentro de lo que ansiaba.
/Y me cubrí la cara con las manos y lloré/
Lloré por las miradas que se llevó y que ya no serán para mí.
Lloré por sus nostalgias, por esa extraña costumbre de buscarse en el pasado. Lloré, porque me dejó sus llaves aquí sobre la mesa donde solía dejar el sombrero. Con estas llaves entraba, y yo esperaba que su cuerpo pasara rozándome apenas para luego alejarse. Cuando se aproximaba yo sentía un ritmo que nos envolvía a los dos, y un olor muy peculiar, como un perfume de otros tiempos y que en segundos se perdía. Todo era muy breve y concluía con el sonido de las llaves que dejaba sobre la mesa.
Siento mis manos húmedas sobre mi cara y me duelen estas lágrimas que resbalan sin límites por mis mejillas porque recién ahora descubro el adiós no pronunciado de Juan Rosas.

Leonor Escardo. Argentina

URRAPOETA

LA BUENA EDUCACIÓN

Los mayores hablan de Gertrudis, de Esther,
del Príncipe y de la Caimana,
yo prefiero pensar en la muchacha desnuda
que sigue danzando en mi infancia
y que ha tomado como propio el oficio de iniciarme,
sus tareas domésticas no le impiden girar y girar
mientras la brisa le ayuda a levantar la falda
bajo la cual nada se oculta,
algo de mí quisiera volar hacia un nido entre vertientes oscuras,
el camino del deseo se va empedrando
de vaginas rozagantes y pequeños penes erectos,
ya me han dicho mis amigos
que el pecado original nada tiene que ver con manzanas,
la muchacha adivina mis pensamientos
y me ofrece su versión particular del cielo
pero luego se burla de mí
apostando a que el domingo volaré a confesarme…

Gertrudis murió en la batalla,
Esther jubiló su culo indiscreto,
El Príncipe fue cerrado
y la Caimana aún arrastra sus carnes espléndidas,
pero la muchacha de mi infancia sigue brillando desnuda
mientras yo percibo en el aire cierto polvillo risueño.

FRANCISCO ANGULO. (GF) Colombia

POETAS DEL MUNDO

Sábanas azules

No dejes cariño
que esta tarde transparente
corra como quien huye del miedo mismo,
tómala entre tus manos
hazla tuya como lo haces conmigo
y juntos los tres,
la tarde nuestra, tú y yo,
zarparemos unidos
hacia el azul horizonte,
rosa y violeta,
que nos acerca al borde de los pensamientos.
Se nos va la tarde
pero viene la noche amiga
quien nos presta su manto cómplice
para yacer a tu lado y soñar contigo
y aunque estás envuelto en mí.
sueño que te me vas,
oh! Maldito sueño que me envenena mi tranquilidad,
pero estás ahí
durmiendo leve boca arriba
y entonces entra la calma,
blanca de seda se posa en mis parpados
dulces sueños danzan en lo oscuro de la habitación…
Y te veo.
Y te beso.

Nahiara Morán. Ecuador

EN EL PRINCIPIO FUE LA PALABRA

Parpadeo de Luna

Plateó la luna senderos prohibidos
de mi piel sobre tu lecho
Mis dedos entrelazaron
las riberas altas de tus pastizales sedientos
En súbito trance mis labios descendieron
las abruptas barrancas de tu cuerpo
Mi boca socavó acantilados
donde reventaron intrépidas olas de fuego
Guijarros de sudor nos recorrieron
cuando nuestros pies se enlazaron
en marejadas sin tiempo.
Nuestra respiración desnudó las ninfas
espumosas del deseo
y un río salvaje y ardiente
al éxtasis elevó mi cuerpo.

Parpadeó la luna por un instante…
… en ese momento emprendí el regreso.

Gloria Malinskas. Argentina

jueves, 6 de marzo de 2008

EL EROTISMO DE LA URRAKA

INCITADA CUMBRE

Escucha
que la lluvia se desgarra
presurosa contra las sábanas
sobre este ardor del aire,
ardor de entrega.

Escucha como creces
desde lo más oscuro del sudor.
Es tu voz que se corta,
-ajena flor del ansia-
en los í­ntimos ángulos de la humedad.
Es el deseo y su silabario de fuego,
como una redimida marejada
abriéndose desde tu vientre.

Es tu aliento, niebla amante.
Niebla atada a sus ritmos de flama,
acá entre nuestras bocas
suspendidas como mundos de sal.
Sí, escúchate, eres toda tú,
la brisa más próxima al amor,
abriendo mi torso
hasta tu más incitada cumbre.

ALEXANDER ALVARADO. Costa Rica

EL CANTAR DE LAS POETAS

…………Poeta,
fragmento de luz
del secreto país,
me dejas al partir
oscuro y frío
convertido en piedra,
soy el muro...


Ada Ortiz Ochoa. Argentina

POESÍA LATINOAMERICANA

CUERPO DE INSTRUMENTO

Pulso las cuerdas de tu diapasón
y estrecho a mis brazos
tu dulce guitarra.

Conozco las notas de tu melodía
las fascinantes rapsodias
en tu cuerpo volcadas.

Tierna y exuberante figura cincelada,
precipitas en mí tu ansiedad
y tus deseos, la efervescente
voluptuosidad de tus labios,
la sed con que se expresa
mi locura.

Aqui están las cuerdas
que vibran en sus notas,
al pulsarlas con amor y desvarío.
Eres mi canción
el ritmo inacabado.
Y eres en el sabor de este delirio
mi última copa.

José Miguel Diez (Atawallpac) Perú

LA VOZ DE LOS POETAS

ASESINO

Soy aquel
que cuenta los pasos
y se redime al destino
mientras el silencio se despliega
en las fisuras de la oscuridad.

Soy aquel
que construye el aposento
de los elegidos de turno
mientras ondulan las hojas ebrias
del tiempo.

Soy aquel
que por su alma vuela un pájaro herido
desde cuando era un chaval
y ahora quiere recobrar memoria y sueños
maltratando las rosas
para la última velada.

Soy aquel
que aunque sigo restando vidas,
le tengo temor al animal consolador
de hipocresías que llevo dentro.

Soy aquel
que al regresar a casa
después del acto cumplido
suele decirse a modo de crítica
- Seguirás asesinando al extraño
que eres tú mismo -

TITO MEJÍA SARMIENTO. (Colombia)

miércoles, 5 de marzo de 2008

POETA INVITADA

ALGÚN DÍA SÓLO HABRÁ SAL PARA CENAR

miraremos con ternura cómo se nos atragantan los
sonidos
lavaremos lo vasos
pondremos las sillas arriba de la mesa
taparemos los hoyos con poemas vírgenes.
No quiero que dejes de ser sonido
acuéstate del lado izquierdo de la cama
espera –como yo lo hago- hasta quedar dormido
acomoda tu pelo desde otra mano
camina de este lado de la calle
mira con paciencia la luz de la ventana
cuando el insomnio compra tu noche.
Siente mí frío.

Teresa Esparza Oteo. (México)

URRAKADIÁLOGO

AUSENCIA

_¿Qué haces?
_Pienso.
_¿En lo nuestro?
_¿Acaso lo nuestro merece un pensamiento?
_¿Y esos años?
_¿Años pensados no crees?
_¿Te refieres a la ausencia?
_¿Y qué otra cosa es lo nuestro?
_¿Es que no te amé de lejos, mujer?
_¿Se puede amar de lejos?
_¿Estoy aquí, no?
_¿Cómo saberlo?
_¿Y haber dejado casa y amante no es suficiente?
_¿Y aquellos años?
_¿No has olvidado?
_¿Cómo olvidarlos?
_¿En eso piensas?
_¿En el olvido tal vez?
_¿O en lo nuestro?
_¿Es que lo nuestro y el olvido no son lo mismo?
Roxana Heise (Chile)

URRAKARIMA

EL POBRE

Sueña doblar el rico la riqueza
que lujo le da y gloria le concede,
mientras el pobre inerme languidece
en su injusto silencio de pobreza.

Ufano piensa el rico, en su torpeza,
que, "per se", todo bien le pertenece;
ve el pobre, en su miseria, que carece
de todo, hasta de voz y de certeza.

No se percata el rico que, con su oro,
nunca podrá tener amor fecundo,
para juntar un superior tesoro.

El pobre quiere ver, por su decoro,
la parte del producto de este mundo
que se le quita y roba con desdoro.

Camilo Valverde (España)

LAS POETAS DE LA URRAKA

ABSTRACCIONES EN LEGO

Esta edad cumbre que he aceptado
A bofetadas
Instruye a mis sentidos en cuanto
Al requerimiento de las caderas
Taller en donde los amantes se gestan
Con un record superior al de aquellos
Que se asoman y huyen.

A capricho los ensamblo como modelos a escala
Con vocación de hormiga y tacto de forense
Ganando para los siglos
Esa pétrea calidad salida del buril
Del escultor

Y este cuerpo que recicla sus placeres
Es servido a voluntad y sin remilgos de tiempo.

Ruth Patricia Diago (GF) Colombia

URRAKAPASIÓN

1.
Mis manos
amanecen con el alba de tus labios
y terminan ocultándose en el ocaso de tu sexo,
algunos dicen que tu ocaso queda en el sur
otros que queda en el oeste
eso, sólo mis manos lo saben.

2.
En medio de la nada,
de lo intocable mi pensamiento se petrifica,
se vuelve escurridizo, indescifrable,
mis ojos vuelan hacia tu nombre, hacia tu sexo,
hacía tus ojos dormidos, ausentes, lejanos;
dejaste de ser fértil era.
La terca mosca que ronda los umbrales
del vaso de mi tiempo
me trae de regreso a la realidad,
y entonces como si fuera la inefable sentencia
-dado que fuiste lo que más amé-
sigo bebiendo el veneno
de tu inquebrantable ausencia.

Rudy Alfonzo Gomez Rivas (Guatemala)

LA GRAN POESÍA

EN EL CAFÉ

Una hermosa canción
un pequeño milagro gracioso,
destila el fonógrafo
mientras yo estoy callado.
Y ante el asombro de todos
quito la silla de debajo de mí
y me quedo sentado en el vacío.

Delante de mí hay una chica
de dientes feos
y mirada huidiza.
Está callada.
-Los dos sabemos
lo que siente el uno en el interior del otro
y con fuerza de leones se besan nuestras almas.

Ella se eleva por el aire
y yo también,
suspendidos sobre las mesas
nos hacemos amigos.
Y acompañados de estruendo y aplausos,
por encima del milagro de la canción
nos entrelazamos
y salimos del café girando carruselmente.

Jens August Schade. (1903 - 1979) Nació en Skive, Dinamarca.

CLÁSICOS DE LA URRAKA

VENECIA SIN TI

Qué profunda emoción
recordar el ayer
cuando toda Venecia
me hablaba de amor
Ante mi soledad
en el atardecer
tu lejano recuerdo
me viene a buscar
Qué callada quietud
qué tristeza sin fin
qué distinta Venecia
si me faltas tú.....

Una góndola va
cobijando un amor
el que yo te entregué
dime tú dónde está...

Qué tristeza hay en ti
no pareces igual
eres otra Venecia
más fría y más gris

El sereno canal
de romántica luz
ya no tiene el encanto
que hacía soñar...

Qué callada quietud
qué tristeza sin fin
qué distinta Venecia
si me faltas tú

Ni la luna al pasar
tiene el mismo fulgor
qué triste y sola está
Venecia sin tu amor.
Cómo sufro al pensar
que en Venecia murió
el amor que jurabas
eterno guardar
Sólo queda un adiós
que no puedo olvidar
hoy venecia sin ti
qúe triste y sola está

Autor: Charles Aznavour
Canta: Charles Aznavour

Para escuchar la canción haga click aquí: http://www.youtube.com/watch?v=LVq4y-RdGWE

VISITA: GRANDES POETAS DEL MUNDO : http://grandespoetasdelmundo.blogspot.com/

http://grandespoetasdelmundo.blogspot.com/

QUEREMOS ROCK

Sólo disfrútalo.

Una de las grandes del Jazz: Billie Holiday