BIENVENIDOS: REVISTA LA URRAKA INTERNACIONAL. EDICIÓN Nº 26

Portada:
Obra: Regatas en Argenteuil
Autor: Claude Oscar Monet
Fecha: 1874
Museo: Museo de Orsay
Características: 48 x 75 cm.
Material: Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo

***********************************************************************************

Cómplices en las Artes y la Amistad

MARAVILLAS MODERNAS EN LA URRAKA.

MARAVILLAS MODERNAS EN LA URRAKA.
A lo largo de un eje de casi dos kilómetros, en el antiguo cauce del río Turia, este complejo impulsado por la Generalitat Valenciana sorprende por su arquitectura - obra de Santiago Calatrava y Félix Candela - y por su inmensa capacidad para divertir y estimular las mentes de sus visitantes que, recorriendo sus edificios, conocen diferentes aspectos relacionados con la ciencia, la tecnología, la naturaleza o el arte. (Haz click en la imagen)

viernes, 19 de junio de 2009

POETA INVITADO EN LA URRAKA

RESTITUCIONES

Pretendo que todo lo perdido se convierta en poema.
Las heridas como los huracanes tienen nombre. Y aunque ignoro por qué a mi alrededor nacen los abismos, desde el origen fui mancillado por la felicidad, por su cima inclemente.
Las invasoras restas del recuerdo. La pugna de la raíz. La antigüedad del silencio...
No pongo flores en el cementerio del sueño, pero continúo a pesar de todas las arenas movedizas del espíritu.
La culpa que no te deja partir es el amor.
Y ahora la niebla, la lluvia, la ausencia...
El desequilibrio llamado belleza, la terrible orfandad de lo sagrado, la rosa ígnea que me guía en la desesperación...
Sé que el camino terminará por encontrarme.
Como todo lo que se hace visible para morir.


Escritor y poeta Gonzalo Márquez Cristo (Colombia)

URRAKAEROTISMO

ROMPEOLAS

sepultada
bajo preguntas de cemento arañé
respiraderos
y una lluvia de alfileres me atravesó.

convertida hoy en torrente
arrastro cuerpos, rocas y existencias
desemboco
cada vez en un malecón distinto
para que todas las olas me empapen
precipitada
en el océano de mis piernas
donde quiero que tú
transeúnte
te bautices
y celebres conmigo
la respuesta a cada gota vertida de mí misma.

Poeta Rocío Santillana (Perú)

EL PODER DE LAS PALABRAS

OLFATO


- Duele!!
- Tanto duele?
- No me hagas daño
- No puedo hacerte daño, no voy a hacerte daño, no has venido a mí para eso, pero si quieres que te quite el dolor tengo que trabajar sobre él y es él el que duele. Mejor así?

Poeta Liška (España)

EL ARTE ETRNO DE LA POESÍA

BAUDELAIRE

Percibe presencias ajenas
que molestan; mejor
replegarse hacia mundos
sueltos. Costumbre malsana
de la moral humana: amigos
y simples comensales
de fiestas y pueblo van y vienen.
Ríe como niño, el espíritu
de escribir en hoteles
pasajeros propios del azar.
Baudelaire desafía la noche.
El tiempo transcurre entre poemas
de otras dimensiones.
Ve las calles de la inmisericorde
París, escuchando palabras
en cafés disociadores en espacios
frescos que respiran, al final parte
para el hospedaje a escribirle
otra carta a ella.

Poeta Jaime Gómez Nieto (Colombia)

EL ARTE DE CONTAR EN LA URRAKA

TARDE DE COMPRAS

– ¡Nunca eres puntual, hija! Dijiste que nos íbamos a las seis. –Le dice la mamá viéndola que seguía platicando al teléfono, acostada en la alfombra de la sala.
– No tardo más de diez minutos en arreglarme, cuéntalos y verás —dice, antes de entrar a su cuarto. Ahí se encuentra con un joven y de él se enamora. Él la ama y la pide en matrimonio. La iglesia está espléndida, llena de flores; ella luce hermosa, el novio elegantísimo. Los invitados y familiares están emocionados de verlos tan felices. Cuando el sacerdote eleva la hostia para consagrarla, una paloma blanca desciende de una de las columnas de la iglesia al momento en que el sacerdote la baja. Los invitados exclaman al unísono viendo que la paloma estuvo a punto de llevársela en vuelo. El esposo la apremia de salir del baño porque el niño se mojó y la sirvienta está ocupada. Sale y le pone su uniforme, le da una manzana y lo manda a la escuela con el chofer. Él esposo le sube el cierre del vestido y le dice que su hijo fue enviado a la guerra. Ella llora sobre su hombro.
– No te preocupes, regresará con laureles –le dice para consolarla.
Reciben una invitación del presidente de la república al homenaje anual en honor a su hijo.
– Ponte el sombrero de ala ancha, no debemos desentonar en la ceremonia.
– ¡Terminaron los diez minutos, hija!
Ella baja corriendo.
– ¿Ves, mamá? Estoy lista.
– ¿Para qué te pusiste ese sombrero si no hay sol? ¡Con razón tardas tanto en vestirte!

Escritora y poeta Ruth Pérez Aguirre (México)

EL MUNDO DE LAS PALABRAS

COMO EL DOMINGO

Tengo una especie de nostalgia
como la de una noche de un sábado cualquiera.
Se le olvidó volver cuando se iba yendo
y me dejó el sabor
de una guitarra rota en oxidado carrusel.

Tengo la nostalgia rasgada como lluvia
que estrecha se atraviesa calle abajo,
y tras tu crepúsculo rueda
como el domingo en su respiro.

Traigo tu ausencia como un licor ácido
que sostenido en la boca apasiona
y transita por la garganta
dejando un surco vestido de soledad sin tiempo.

Poeta Freya Hödar Nistal (Chile)

POESÍAS QUE LLEGAN A LA URRAKA

DE UNA

dos imágenes que se entrecruzan antes del llegar al final
del chorro

no más
en las madrigueras del broxo te encontré enarbolando
parte de esta verba

decías qué fatalidad la nuestra
de escribir de corrido sin la más puta idea
no te parece bueno?
esta saturación
esta entorcis encefalica que te da la térmica
y te la salta
y volvés a ella
aún con sus olores
frescos
y contradictoriamente caliente
y enojado
y alegre
no te da gusto?
no pensás en la cuestión ahora
que debes llevar seis horas de bondi con tu campito pipi del lado de la
vida?

no sé hacerlo de otra manera

querida innombrable:
debo dejar esta carta
en la puerta del horno
pues debo ir a trozar
frases

Poeta Nicolas Guglielmetti (Argentina)

EL CUENTO EN LA URRAKA

EL CAZADOR DE TIGRES

Como ya le he dicho, yo soy aficionado a cazar tigres. Las cosas que hace el hambre, ¿verdad? Pero… bueno: cada cual tiene su manera de entretener el estómago, ¿o no? Sucede que un día salí de mi casa antes del sol y me fui a la montaña. A la montaña donde siempre cazo los tigres, porque ahí los hay en abundancia. Dejé mi caballo sin amarrar, junto a un tronco que había en un claro de los árboles, no fuera y terminara sirviéndole de carnada al tigre. Imagínese cómo quedaría yo en tal caso: con tigre y cuero de caballo pero sin caballo. A veinte pasos del claro, me senté a esperarlo, pero el tigre no vino. Pasó una hora y pasaron dos. Pasó el medio día también, y vino la tarde, pero el tigre no llegó con ella. Cansado ya, vi que empezaba a oscurecer. Cuando se hizo tan negro que ni la palma de la mano se veía, caminé por entre los árboles, llegué al claro y a tientas encontré el caballo. Era muy de noche cuando agarré el camino de regreso. Menos mal que, al salir de la montaña y entrar al camino real, una luna pálida apareció en el cielo y algo me alumbró la ruta. En el pueblo, la gente tomaba el fresco de la noche en los corredores, recostada a las paredes en los taburetes, y conversaba a la luz de las lamparitas de petróleo. No más fue que me vieran pasar frente a las primeras casas, para que todo el mundo corriera a meter taburetes, sillas, bancas y lámparas, y a encerrarse con doble tranca. Solo se oía el traque-traque de las puertas que se cerraban y de las trancas que caían en los ajustes. ¿Qué tendré yo?, me preguntaba. ¿Qué cara habré traído de la montaña para que la gente se asuste? Pero, bueno, me dije: La gente está loca… Y como yo al prójimo le hago tan poco caso, seguí el camino en el caballo. El caso es que llegué a mi casa y entré al patio por la puerta del patio. Y, mire lo que son las cosas: sólo cuando llegué al palo de totumo del que siempre amarro el animal... me dí cuenta de que no venía montado en el caballo sino en el tigre.

Escritor David Sánchez Juliao (Colombia)

POETAS DEL MUNDO EN LA URRAKA

EL ESPEJO

Sé que nunca he estado aquí
ni que nunca he llegado
el rostro de este muelle ha mirado
mi vida con compasión
detrás de esta marea hay reposadas playas
donde anclar
navío tras navío he crecido entre puertos
sintiendo
las ausencias
náufrago empecinado de tantas travesías
he vuelto a revivir
he vuelto a ser silueta
sombra
sangre y epidermis.

Bebo una cerveza frente al muelle
bebo otras
me caen las nostalgias de una mujer
durmiéndose
en mi pecho
de qué color es su piel dice mi insomnio
dónde está su pequeño volcán
para hundirle mi fuego
las vidas que atravesé saltan cruzando
el tiempo
otra memoria nace entre las arrugas de la vida
la ciudad comienza a despertarse de su sopor
de madrugada
la calle es una larguísima cadena de recuerdos
e ideas
trastabillan mis huesos
miro a la muerte en medio de la niebla
y siento que en mi se rebelan todos
mis cadáveres
que están todavía con su sangre tibia.
Me levanto de esta nueva caída
y veo que nadie habita esta desconsolada vía
que no existe este puerto ni este muelle
y que yo aún agonizo en otro tiempo.

Escritor y poeta Simón Zavala Guzmán (Ecuador)

EL EROTISMO EN LA URRAKA

EN LAS LOMAS

Un muchacho descansa la ferocidad de la noche,
el calor de sí mismo y de otros impregna su cama.

Su belleza inversa perturba a otros hombres
que espantan con burla grosera
la angustiosa ambigüedad que les refleja su espejo.

Cada mañana contra los árboles,
mira el cielo que se aleja y el mar bajo la cerca,
también a los aviones que se comen la pista
mientras él sigue esperando su raptor extranjero.

En la esquina del patio
el arco de su orín lo conecta a la tierra,
un poco de agua y un precario jabón
escurren de su cuerpo
y buscan su cauce entre espumas de piedra
así como él busca su cauce más allá de las lomas
a las que el sol les aprieta las tetas.

Escritor y poeta Francisco Angulo Guerra (GF) Colombia

LA POESÍA, EL PRIMER ELEMENTO

LA CABALGADURA DEL INSOMNIO

En el vientre de la noche
una espuma de pájaros agita los olivos
y busco tu nombre –como siempre-
para cobijarme en él...

Porque tu nombre es la patria que habito
de una manera deshonrosa
y es una corono de flores salvajes
que protege mi sueño.

El aliento cálido de la noche
abre el vientre del beso
y lo escondo en mi ombligo
para que entres en mí
a buscar ese que soy y te lleva consigo...

La luz de la ciudad canta distancias.

Las calles son la cabalgadura del insomnio.

Y tu nombre nace de la luz
que sueña mi despertar
aferrado al sueño que aún no has soñado...

Y nos desconocemos en el tiempo que nos ha colgado arrugas de
noche en los ojos.
Y nos sorprendemos en un gesto de espejo, ciego, absurdo,
obstinado...
pero necesito llegar a vos... o traerte... o irme... pero estar.

Poeta Diego Leonardo Monachelli (Nacido en Argentina, reside en Urugüay)

GALERÍA DE LA URRAKA

Título: Soberanas del Aire
Autora: Milka Sobrero
País: Urugüay

CONTRA TODA EVIDENCIA, LA POESÍA

ESPERA

A Carlos Noguera

Todos esperamos aquí
estación de la llegada y la partida
cada uno con su saco de nostalgias
remendando su tapiz de sueños
delineando el imposible paraíso
en el breve paso por la tierra.

Cada uno suspendido en su distancia
con ojos asustados escarbando el futuro,
planeando
como cóndores hambrientos
entre voces vienen
entre voces que van
Y el tren no llega
se anuncia a tiempo
pero desconocemos el andén exacto
la ruta de árboles viajantes
el puerto de llegada
la estación donde culmina la partida.

Partiremos en el tren
que nos lleva para siempre
de este espacio
de lo que más queremos
de lo que más odiamos
del agua de los pozos
donde brillan luceros
y crecen los lagartos.

Volveremos allá a descansar
con todos los recuerdos a la espalda
los ojos abiertos,
cara al sol
germinando en la estación de la locura,
ciudad infinita que para siempre nos acoge
y nos devora.

Escritora y poeta Consuelo Hernández (Colombia)

ANÉCDOTAS EN LA URRAKA

El filósofo William Leibnitz acudía con frecuencia a la Universidad de Leyden, donde a menudo sostenía apasionados y polémicos debates con estudiantes y profesores, siempre en latín.
Durante algunas de sus últimas comparecencias, Leibnitz observó que un zapatero de su vecindario acudía regularmente a los claustros. Finalmente, la curiosidad le pudo y un día se acercó a él, preguntándole si conocía el suficiente latín como para seguir el hilo de aquellas controversias culturales.
- No- contestó el hombre,- de latín no sé nada, ni tengo intención de aprenderlo. Yo sólo vengo a ver cómo discuten ustedes.
- Pero, si no sabe latín, ¿cómo puede saber quién tiene razón en las discusiones?- preguntó el filósofo, cada vez más extrañado.
- ¡Oh, eso! Muy sencillo: cuando oigo que alguien grita mucho, sé con seguridad que no tiene razón.

Tomado de La Güeb del Kaoos.

EL ARTE DE LA PALABRA EN LA URRAKA

TÉ CHINO

¿Recuerdas el aroma
de una taza de té chino
con azahares moribundos
entregando sus esencias?

Una mesa y una vela
el viento en la arboleda.

¿Te acuerdas de una mano
que anhelante se tendía
y palpaba en el vacío
la respuesta de la ausencia?

la tristeza y la impaciencia
entre platos y mamparas.

Una lágrima abismada
en el borde de la boca
suspendida en el vacío
de la taza desbordada

y el azahar moribundo
entregando su aroma.

En el árbol noche negra.

Mi mirada y tu ausencia.

Una mesa.

¿Recuerdas?

Poeta Alejandro Herrnsdorf (Paraguay)

jueves, 18 de junio de 2009

LA URRAKA RECUERDA A HENRY LUQUE MUÑOZ

URBE

Cada noche soy llevado
a la morgue vuelto leña.

Allí me clasifican,
me dibujan una sonrisa.

Y a la mañana
me echan a andar por la ciudad.
................................
HENRY LUQUE MUÑOZ (Bogotá, 1944 - Bogotá, 2005). Uno de los más representativos miembros de la "Generación sin nombre" no sólo como creador sino como estudioso del fenómeno poético. Graduado en Sociología, Magister en Literatura. Estudioso de la poesía rusa. Ejerció la crítica literaria. Fue autor de ensayos, traducciones y compilaciones. Su obra está traducida parcialmente al inglés, ruso, alemán, francés, portugués e hindú.

Tomado de Casa de Poesía Silva

EL LIRISMO EN LA URRAKA


DE MI JARDÍN

Ha llegado el otoño
a mi verde jardín.
No lo esperaba,
no quería que llegara
a cobrar su factura de colores y pétalos
de alas de colibríes emigradas.

Y a veces le temo.
Arrugado y amarillo, todo cambia.
No hará falta el rocío, ni la luna
ni la música de abejas enjambradas
no habrá danzas de amor entre las hojas
ni cantarán alegres las cigarras.

Y yo entibio las flores con mi aliento.
Rebeldía de muerte, ansias de vida
Esperanza estéril del amor, vida dormida
que se lleva su perfume con el viento
Vino el otoño, pero no le cuento,
que en mi jardín hay rosas todavía.


Poeta Néstor Crespo (Uruguay)

SOCIALES EN LA URRAKA

PROFETA EN SU TIERRA….
Gobernación de Córdoba y Alcaldía de Lorica condecoran al escritor David Sánchez Juliao

miércoles, 17 de junio de 2009

SIEMPRE LA POESÍA

LA FIESTA

Al despertar junto a la pared mohosa,
le desprendió la luz
el polvo de su vestido.
Se arrancó las perlas
y adornándose desnuda con las trenzas,
en un chal de enredaderas,
salió a la calle de los vivos.

La tarde que ya se iba
la encaminó un instante.
Bajo los tabachines
el viento se mecía
en la lumbre de las velas.
Se le antojó de todo.
Los panes, las mandarinas,
que la vieran los astros
recargados en el aire
de la fiesta.


Desde un rincón de la penumbra
reconoció una cara
y con la sombra de su voz
gritó aquel nombre
que pareció escucharla.
Le adivinó en un gesto
que la buscaba.
Sintió la prisa
de alcanzar su tumba
y metiéndose en el lecho,
lo esperó la horas.
Así la encontró el amor,
amaneciendo.

Escritora y Poeta Rosy Paláu ( México)

TALLER LA URRAKA

(Sin título)

Estaba tendido sobre tu tierra
como un animal muerto
con la vida derramada
en tus espacios
Me aparté
para ver tus piernas... que aún temblaban
Desde abajo de la piel de tus senos
se asomaban oasis de sangre
y tus dedos los recorrían
como recordando
Entonces parecías la gota
de un mar antiguo
ya casi olvidado.

Poeta Mauricio Aragón (GF) Colombia

URRAKACUENTO

CORAZONES SALVAJES

La Isla era todo un mundo, poblado por una naturaleza viviente y rodeada de una inmensa frontera de aguas verdosas que la aislaba del resto del universo. Durante todo el año reinaba en ella un clima tropical que permitía el desarrollo de una exuberante vegetación y la existencia de numerosas aves multicolores.
El sol se había puesto ya cuando una luna tímida y muy pálida hizo su aparición en el horizonte, iluminando La Isla con su luz lechosa y reflejándose en un mar azul, inmenso y tranquilo.
Egeo se aproximó al borde de la enorme roca y allí se detuvo. Durante un breve instante –apenas unos segundos– contempló sonriente a la joven que estaba abajo, en la playa, y al niño que ésta apretaba suavemente contra sus menudos pechos. Después saltó al agua y nadó sin prisa, con brazadas fáciles, hasta la orilla.
La muchacha, sentada sobre la arena, le observaba con atención mientras la leve brisa marina enredaba sus largos cabellos decolorados par la acción del sol. Su piel morena contrastaba con aquella maraña de finos hilos de oro...
El niño, que hasta ese momento había permanecido dormido entre sus delicados brazos, despertó y comenzó a llorar. Entonces, ella le ofreció una de aquellos redondos y sensuales pechos, y el llanto cesó.
Egeo, que ya habla salido del agua, llegó hasta donde estaba sentada la joven, se puso en cuclillas delante de ella y la besó en la frente. Luego, con gran delicadeza, posó su mano sobre la cabeza de aquel niño, que era el fruto de su amor.
El bebé, prendido del pezón de su madre, dejaba oír ávidos chupeteos. Ella sonrió, le cambió de pecho y, cuando lo supo satisfecho, se lo entregó a Egeo...
Los dos jóvenes se pusieron en pie y se adentraron en la espesura de la cercana selva, al tiempo que una veloz llamarada blanquecina cruzaba la constelación de Perseo, desintegrándose unos segundos después a la altura de las Pléyades.
Todo era hermoso y mágico... El ser humano había encontrado la forma de vivir en armonía con la naturaleza y el planeta Tierra –la vieja madre Tierra– se había convertido en un paraíso para él, en un auténtico jardín del Edén donde el corazón humano se dejaba guiar por sus instintos y pasiones. Y allí, bajo la Vía Láctea, las criaturas humanas seguían los impulsos de la naturaleza con plena libertad, mientras la eterna Estrella de Verano, con su azulada luz, encaminaba sus pasos hacia el universo del amor inmortal.

Escritor Rubén Serrano (España)

POESÍA QUE CRUZA FRONTERAS.

LA DICTADURA DEL SILENCIO

En el desierto de Gobi
bajaba muerta.
La dictadura del silencio
interrogaba mi pluma.
En la intima calma
los rocas han dado a luz
contra una diosa-se me fue la vida

................................................

LA CANCIÓN DE LA NOCHE

Cómo duermen estatuas
en el cuerpo blanco
de la montaña,
se oye llorando
al templo de la poesíala canción de la noche

Poeta Daniel Lacatus (Rumania)

EL ARTE DE LA FOTOGRAFÍA.



Títilo: La chiquilla de moleera
Fotogfrafía enviada por Daniel Omar Vega Olivares (Chile)

LOS POETAS EN LA URRAKA

RITUALES DE UN MALDITO

Derrotó el relevo
parco de su estirpe sin terror,
su pacto en el infierno de la tinta
fue concreto.
Sacrificó su razón
a cambio de la fuerza
y sin tribulación
emigró del paradigma convexo,
ritual ineludible para el conjuro de la muerte.
Sabe bien que sus arterias no harán
parte del futuro capital de la tierra miserable
después del cóncavo universo abolido,
por eso no finge el desvarío
con tonos uniformes
y optó en primera instancia
por el olvido de la luz
como lo hace ahora con la sombra.
Fugarse de los cuerpos
que lo atan a la historia
y al viña sórdida de dios
es solo el último eslabón del pacto.

Poeta Juan David Ochoa (Colombia)

LAS POETAS, ESE UNIVERSO.

POR ESO LAS ESTRELLAS

Lancé mi contraseña sobre el aire
junté los vértices del viento
amarré los sueños

Me arrojé en tus brazos
con el grito
el amor
el desconcierto

ahora la magia sabe
descifrar los signos
y cada beso
enciende la mañana

el tiempo el espacio
son uno entre tus brazos

He quebrado la noche
en las ventanas

por eso las estrellas.

Poeta Ana María Mayol (Argentina)

martes, 16 de junio de 2009

LA GRAN POESÍA EN LA URRAKA.

EL MENSAJERO

Al mensajero
tres años hemos esperado tenazmente
con la mirada atentaa los pinos, la playa y las estrellas.
Mezclados con la reja del arado o la quilla del barco
intentamos hallar la semilla primera
para que vuelva a empezar el primitivo drama.

Hemos vuelto maltrechos a nuestras casas
con desmayados miembros, con las bocas resecas,
sabiendo a sal y a herrumbre.
Al despertarnos la ruta era hacia el norte,
extranjeros sumidos en una niebla alada de cisnes impolutos
que
nos hieren.
En las noches del invierno nos enloquecía el potente viento
este
y en verano nos perdíamos en la agonía el día que ya no
podía
morir.
Tan sólo hemos traído
estos cuadros de un arte miserable.

Poeta Giorgos Seferis (1900 - 1971) Grecia

HAY QUE DESCONFIAR DEL QUE NO RÍE.


VISITA: GRANDES POETAS DEL MUNDO : http://grandespoetasdelmundo.blogspot.com/

http://grandespoetasdelmundo.blogspot.com/

QUEREMOS ROCK

Sólo disfrútalo.

Una de las grandes del Jazz: Billie Holiday