Percibe presencias ajenas
que molestan; mejor
replegarse hacia mundos
sueltos. Costumbre malsana
de la moral humana: amigos
y simples comensales
de fiestas y pueblo van y vienen.
Ríe como niño, el espíritu
de escribir en hoteles
pasajeros propios del azar.
Baudelaire desafía la noche.
El tiempo transcurre entre poemas
de otras dimensiones.
Ve las calles de la inmisericorde
París, escuchando palabras
en cafés disociadores en espacios
frescos que respiran, al final parte
para el hospedaje a escribirle
otra carta a ella.
Poeta Jaime Gómez Nieto (Colombia)
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