
Yo sé que estos vericuetos de los descubrimientos lingüísticos desatan pasiones cuasi futboleras. El asunto es que me pareció una metáfora interesante que los indios Tupíes, antes que los Guaraníes: hubieran presenciado las últimas fugas de agua post glaciación, situación histórica por la cual Paraguay se llama hoy Paraguay y por consecuencia, Resistencia, el lugar mas sumergible de la argentina, fue seguro casi el fondo del mar post Diluvio Universal.
Pensar que vivimos, pensamos, transitamos nuestro día en el fondo de un inexistente mar, es algo que nos lleva a pensar cuan equivocados están aquellos que creen en las verdades absolutas y reveladas.
Paren con las defensas contra las inundaciones y construyamos rápido un arca.
Los dinosaurios que se suponían eternos se bañaban a orillas de un mar que iba a desaparecer, y ellos no sabían nada.
A los audaces de la imaginación, cabe preguntarles: si la verdad tal como la conocemos o suponemos es...., o la imaginación todo lo puede, o si solamente todo lo puede todo y a nosotros solo nos resta construir una verdad o imaginarla. Es esa la existencia del artista, como dice la
construcción del poeta Aldo Pelegrini: “decir con palabras lo que las palabras no pueden decir” En el mundo del cambio de los cambios, donde aún ni nos imaginamos lo que se pueda inventar mañana, nos queda solo vivir hoy, saciar nuestros apetitos: hambre, sed, libido, ... Imaginar y
construir en consecuencia de una manera equivocada.
El oro es el único elemento de la tabla periódica que se puede estirar. fundir, doblar, alisar, enfriar sin contaminarse ni volatizarse, es por eso, cuando bullen los indicadores económicos, bajan las bolsas, baja el dolar, baja el euro: sube el oro. Porque todos los que tienen para comprar compran oro. Porque si tenés 10 gramos de oro y lo martillás, lo fundís, lo compactás; hagas lo que hagas, pase lo que pase, tendrás 10 gramos de oro.
De adolescente escuché por TV a un sabio hacer un análisis que decía mas o menos esto: en el cosmos los planetas se componen de una mixtura de elementos puros entre los cuales predominaban uno o dos: en Urano, el uranio, en Mercurio, el mercurio, en la Tierra paradójicamente el agua -oxígeno y hidrógeno- y remataba diciendo que existía seguramente, un planeta o satélite aún no descubierto, al que podríamos llamar áureo, porque sería de oro. Suponer que los aureanos atesorarían 1 vaso de agua y suponer que esas gentes llamarían loco a quien imaginara UN MAR, podría ser una imaginativa realidad.
Desde el fondo de el Océano Resistencia, Capital internacional de las falsas espectativas, les aseguro como Unamuno que soñar, es lo único
concreto que tiene el hombre. Salute!
Pintor Alejandro Mahave (Argentina)