(Stabay)
Escrito está que en una ceiba grande y poderosa
se aparece una mujer con senos de magnolia
y los mitos en la piel saturada de sombras
que desata la furia del averno; es bella como el árbol
del fruto prohibido.
Engendra la llovizna, corrompe la inocencia del rocío,
burla los fetiches y penetra el tapiz de la sangre.
El que la ve queda para siempre sujeto entre sus dedos
aquel ingenuo oyente de su canto, descubre
un frío mojado que se acerca, un aroma de mar, una ventisca
ardiendo entre la noche.
Mujer que llora maleficios y reclama su poder
con seducciones falsas.
El amante se pierde
Amanece,
la luna vierte sus efluvios
Canta la alondra
La Ceiba
Estalla
Poeta María Ella Gómez Rivero (México)
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