Volveré mis ojos a la tierra,
y, al partir, en su brisa quedaré...
Es aquí,
junto a este sol,
entre las ramas
de olivos centenarios,
donde volverán mis ojos a la tierra;
donde hallarán la luz
del eterno gozo,
mágica caricia,
trinar de ave en su morada,
libre de dolor.
Es aquí,
al compás de un sosegado ritmo
sin tiempo,
donde alcanzaré la brisa
de la ansiada paz.
Es aquí,
en este refugio
junto a este sol
de desierto sin señales
donde escucharé entonar al aire
la dulce melodía final...;
la dulce canción que sueño...
Poeta Ángeles Bernardez (España)
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