La casa vacía
No invites a nadie a nuestra casa.
Pues repararán en puertas,
paredes,
escaleras,
y ventana,
en cerrojos oxidados,
las lámparas ciegas, arruinadas.
No traigas a nadie a nuestra casa
pues no tendrán más que angustia de tu mesa
de tu cama
del mantel,
del mobiliario,
se reirán de pena por las tazas
fingirán nostalgia de mi nombre
y se reirán también de nuestra hamaca.
No traigas más gente a nuestra casa
pues te escribirán canciones,
te entusiasmarán el alma,
te susurrarán traviesos,
te sembrarán una flor en la ventana.
Por eso no debes, alma mía,
traer más gente a nuestra casa
pues se pondrán rosados,
verdosos, rojizos o azulados,
al descubrir las paredes rotas
las plantas marchitadas.
Querrán barrer en los rincones
querrán abrir nuestras persianas
y encontrarán seguro en nuestros libros
las excusas perversas que buscaban.
Por eso te pido, yo te pido,
no traigas más nadie a nuestra casa
así descubrirán nuestros absurdos
te llevarán lejos a otras playas
te contarán historias de naufragios
te sacarán a rastras de esta casa.
Siomara España Muñoz. Ecuador
BIENVENIDOS: REVISTA LA URRAKA INTERNACIONAL. EDICIÓN Nº 26
Portada:
Obra: Regatas en Argenteuil
Autor: Claude Oscar Monet
Fecha: 1874
Museo: Museo de Orsay
Características: 48 x 75 cm.
Material: Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo
***********************************************************************************
Obra: Regatas en Argenteuil
Autor: Claude Oscar Monet
Fecha: 1874
Museo: Museo de Orsay
Características: 48 x 75 cm.
Material: Oleo sobre lienzo
Estilo:Impresionismo
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Cómplices en las Artes y la Amistad
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3 comentarios:
Leí más de una vez este poema. Porque una rápida leída dice una cosa y una más detenida otra. Y la verdad que es hermosísimo, me dio placer leerte Siomara.
Liliana Chavez
El poema es hermoso, pero trágico. Hay un temor de mostrar. No se desea limpiar. No se tiene voluntad de remozar. La casa debe quedar como está, es parte de su historia. Y nadie tiene por qué ingresar a husmear, y ponernos en evidencia. Tampoco queremos que nos saquen de ella, afuera todo es demasiado vano, insustancial para cambiar la estructura de la casa, sus recovecos, y tantos amados rincones. Pero quizás algo se podría hacer. Limpiar la escalera, por ejemplo, sin que nadie nos vea, solamente por tenerla limpia aunque esté vacía, no vaya a ser que el que es su señor regrese y no pueda subir, o lo que es peor, resbale y se lastime; él, a quien amamos tanto.
Siomara:
Hay temor de naufragar y perder lo
más querido. Abre tu "casa interior", para que el viento del
espíritu la transforme. Bonito poema.
MOLLY BIC.
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