
Cuentan que Honoré Balzac comenzaba a escribir a las doce de la noche, cuando un criado le despertaba de su descanso que había comenzado a las seis de la tarde. Se vestía con una lujosa túnica blanca y comenzaba a trabajar, escribiendo ininterrumpidamente entre doce y dieciocho horas. Eso si, al parecer esto era posible porque bebía grandes cantidades de café, ya que siempre tenía a su lado una cafetera de porcelana que sus criados se encargaban de tener siempre llena.
Según el propio Balzac el café no solo le mantenía despierto sino que además y en su opinión era su fuente de inspiración. Así no nos extraña que fuera capaz de escribir 85 novelas en poco menos de diez años, aunque no pudo concluir su ambicioso proyecto La comedia humana, título que adoptó en 1841 para la publicación global de su obra que debía estar compuesta de 137 novelas.
Tomado de Portal Solidario
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