Yo soy Jacinto Chiclana
Le presento
"las manos de su hombre"
Su mano y mi mano se estrecharon
En un eléctrico ardor
Don Nicanor Paredes
Las manos de Astor Piázzola
Aferradas a los gemidos del bandoneón
Seguían al hombre de la Esquina Rosada
Girando en un disco del wincofón
Su mano blanca de dedos largos,
De pianista aferraban
Mi mano pequeña deslumbrada
Por la belleza y la fuerza
De esa mano viril de hombre recio
Allá, en Balbaneda todo era malevaje.
La daga en la mano, clavando hondo.
Acá, Borges, Sábato Dalmiro Sáenz.
Los tocábamos con las manos y desde
Las manos nos arrastraban a sus sueños
Nuestras manos se entrelazaban en ese
Soñar sueños, de otros hombres, de coraje
Gladys López Pianesi (Jobson Vera, Pcia de Santa Fe, Argentina)
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