El tiempo no envejece
ni se enluta
y aunque el reloj madure las horas
la calle de siempre
ha de estar vacía
Imaginar
Podemos mirar un caracol
besando la oquedad del mar
con su labio de goma
mudo y satisfecho
de ser uno más.
Dos poemas del escritor y poeta Jorge Gómez Peralta (Colombia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario